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CONCLUSIONES DE LA SEGUNDA ENCUESTA DE SITUACIÓN ECONÓMICA CORRESPONDIENTE AL AÑO 2.009 – PRIMAVERA
Estado actual de la economía: Las expectativas y la confianza de los colegiados sobre las economías catalana y española se han deteriorado en los últimos meses, pero con una menor intensidad que en el pasado.
Problemas de la economía catalana: El paro continúa siendo el principal problema de la economía catalana, seguido de la debilidad de la demanda interna y de la carencia de reformas estructurales. En los últimos meses ha crecido la preocupación de los colegiados por la carencia de reformas estructurales y por los costes laborales.
Perspectivas sobre la economía en los próximos meses: Aun cuando se mantendrá el deterioro de la economía, se espera un relativo estancamiento de la situación en los próximos meses, sobre todo de cara a finales de año.
Duración de la crisis económica: La mayoría de los economistas opina que la actual crisis económica se alargará más allá del 2010.
Viabilidad del sistema de pensiones: Casi nueve de cada diez colegiados opina que hace falta introducir reformas estructurales por garantizar el sistema de pensiones.
Propuestas de reforma laboral: La reforma laboral pasa, principalmente, por agilizar los procesos empresariales de ajuste laboral, flexibilizar la negociación colectiva y recuperar el conducto de aprendizaje.
Fuente: Colegio de economistas de Catalunya.
LOS BANCOS GARANTIZAN TIPOS BAJOS HASTA MÁS ALLÁ DE LA RECUPERACIÓN.
Como cada año por estas fechas, los gobernadores de los principales bancos centrales del mundo se han reunido en Jackson Hole (Wyoming), invitados por la Reserva Federal de Kansas City, para intercambiar puntos de vista y compartir sus experiencias de los últimos doce meses, cuando las recetas de corte neoliberal se estrellaron y dieron paso a los clásicos remedios keynesianos. Dos mensajes sobresalieron de las intervenciones de los presidentes de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, y del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. Por un lado, el optimismo a corto plazo respecto a la recuperación ya en curso en parte de las economías avanzadas y, por otro, la voluntad de mantener los tipos de interés en sus (minúsculos) niveles actuales hasta que la recuperación se consolide y no dependa de los paquetes de estímulo fiscal.
El viernes, Ben Bernanke, tras un buen dato sobre la venta de viviendas, fue un paso más allá por el camino de la satisfacción al asegurar que "las perspectivas para un retorno al crecimiento a largo plazo parecen buenas".
De hecho, la previsión de consenso respecto al crecimiento del PIB norteamericano en la segunda mitad del año se sitúa entre el 3% y el 4%. Pero los gobernadores de los bancos centrales reunidos coincidieron en señalar que la recuperación cuenta con estímulos fiscales y monetarios extraordinarios y pocas fuerzas que garanticen un crecimiento endógeno y sostenible cuando se retiren las medidas expansivas.
En esta línea, sobresalió Jean-Claude Trichet. Criticó que por haber "percibido brotes verdes por aquí y por allá, ya estemos diciendo: ´Bueno, después de todo, ya casi hemos vuelto a la normalidad´. Tenemos una enorme cantidad de trabajo por delante", advirtió, y recordó que el pasado septiembre el sistema financiero mundial bordeó el colapso.
Para los próximos doce meses, los banqueros coincidieron en la importancia de no caer en el error de retirar demasiado deprisa los estímulos monetarios que en forma de muy bajos tipos de interés reducen los costes financieros de las familias y empresas sobreendeudadas tras la orgía de dinero barato y fácil iniciada en el 2001. Este debate es importante porque algunos economistas han alertado sobre un riesgo de inflación en cuanto las economías empiecen a crear empleo.
El presidente de la Reserva Federal de St. Louis, James Bullard, fue el más explícito. En su opinión, los mercados financieros no han comprendido completamente que el compromiso de la Reserva Federal de mantener los tipos en su muy bajo nivel durante un periodo extenso de tiempo quiere decir que seguirán bajos más allá de lo normal.
Por su parte, el economista que anunció que EE. UU. caminaba hacia el desastre en el 2006, Nouriel Roubini, volvía a la carga advirtiendo acerca del riesgo de una recaída en la recesión (la temida, double dip recession).El elevado aumento del paro frena la demanda interna, los precios del petróleo y las materias primas apuntan hacia arriba y la estrategia de salida de los planes de estímulo será muy compleja porque subidas de impuestos y recortes del gasto serían contraproducentes para la recuperación y, por otro lado, prolongar el estímulo fiscal puede crear expectativas inflacionistas y subidas de los tipos a largo plazo.
Fuente: La Vanguardia – 25/08/09
INFORME JULIO – AGOSTO DE LA CAIXA
Resumen ejecutivo de la economia realitzado por La Caixa (Fichero adjunto).
Fuente: La Caixa